No se trata de un sueño sino de una realidad. El pasado viernes 8 de mayo la alcaldesa de Espinardo, Encarnación Guillén, devolvió la ilusión a trece familias de la barriada del Espíritu Santo, mediante la entrega de llaves de nuevas viviendas sociales a estos vecinos. Estas personas vivían en casas antiguas que con el paso del tiempo se han ido deteriorando. Además, las condiciones en las que se encontraban estos vecinos no eran muy adecuadas.
Por ello, desde la alcaldía se han puesto manos a la obra con el fin de dar a esta zona, conocida popularmente como "Casas Baratas", la imagen y proyección que se merece. El realojo de estas familias se enmarca dentro de un proyecto de rehabilitación realizado por la Concejalía de Vivienda. Estas casas deterioradas serán derribadas para construir en un futuro no muy lejano un pabellón de deportes en ese espacio.
Pero la cosa no acaba aquí. En los próximos meses tienen previsto crear otra promoción de viviendas y bajos comerciales para las casas que se encuentran en la misma situación. El objetivo que se persigue es conseguir que los vecinos de ese barrio vivan en casas más modernas y en las mejores condiciones posibles. Además, los nuevos habitantes pagarán un alquiler al Ayuntamiento y siempre se tendrá en cuenta su capacidad económica. Las reducciones a los inquilinos de estas viviendas sociales serán tan importantes que el precio del alquiler puede quedarse en diez euros al mes.
Por último, se ha puesto en curso un programa europeo, URBAN, que cuenta con un presupuesto de 7,5 millones de euros de fondos europeos y 3,2 millones por parte del Ayuntamiento, para remodelar por completo el entorno de esta barriada y dotarlo de los mejores equipamientos posibles, sin olvidar los aspectos socioculturales.
Espinardo, por los intereses de nuestros vecinos.