¡VIVA EL SANTÍSIMO CRISTO DE LA SALUD! ¡VIVA ESPINARDO!
Queridos vecinos de Espinardo, un año más celebramos las fiestas en honor a nuestro patrón, el Cristo de la Salud. Son días en los que los espinarderos intentamos dejar a un lado las preocupaciones y los problemas que nos afectan en la vida diaria, para unirnos al sentimiento religioso que en esta festividad nos unen a todos. Son días en los que tenemos que mirar nuestro interior para encontrarnos a nosotros mismos y hacer partícipe de esta interioridad a nuestro patrón, el Santísimo Cristo de la Salud.
Cada año me sorprendo al ver que son más los espinarderos que se unen a esta gran fiesta, la fiesta del Señor. Incluso gente de otros barrios o pedanías de Murcia vienen a observar nuestra procesión y cómo no, la brillante talla de nuestro Cristo.
Pero no sólo es la procesión la que da alegría a la fiesta sino también esos balcones de las casas engalanados con la bandera de España y en el centro la imagen de nuestro Cristo. Puedo asegurar que te pone los pelos de punta, eso sí, si realmente sientes a nuestro patrón y a nuestro barrio. Pero por otro lado no me sorprendo que cada vez vaya más gente a ver nuestro Cristo, ya que como se puede leer en algunos libros de historia relacionado con esta zona, la devoción de los espinarderos por el Cristo de la Salud viene desde antiguo. Según pone de manifiesto, en el siglo XIX esta práctica penitencial que en estos días celebramos se convirtió en una gran fiesta.
Los que pudimos asistir el pasado domingo a la procesión nos encontramos un barrio con sus gentes en la calle, inmersos en la fiesta con su Cristo, implicados con la causa. Al observar que nadie quería perderse por nada del mundo la procesión, con los balcones llenos de gente, otros que sacaban sus sillas de casa para ponerse en primera fila, me venía a la cabeza aquella imagen de la película de “Bienvenido Mr. Marshall”.
En esta gran fiesta tampoco debemos olvidar a nuestra patrona la Virgen del Carmen, imagen realizada por el escultor Francisco Liza Alarcón.
Como he mencionado anteriormente, la procesión del Cristo de la Salud da el pistoletazo de salida a unos días de grandes festejos.
El domingo quince de junio tuvo lugar en la explanada de el Calvario (lugar donde se encuentra la Ermita que acoge la imagen del Cristo) la celebración de la Eucaristía, presidida por el Sr. Vicario General, Miguel Ángel Cárceles Cárceles y en la que participó también los sacerdotes del pueblo. El acto contó con la colaboración de la Peña Huertana de Espinardo “El Pimentón”, que con sus voces deleitó a los asistentes. Una vez finalizada la misa, el Cristo es trasladado de la Ermita de el Calvario a la iglesia de San pedro en procesión. Durante el recorrido no cesan los vítores al Cristo de la Salud, las oraciones y las plegarias del párroco. Todo ello acompañado por la Banda de Música de Guadalupe y la pólvora.
El punto más emocionante, que hasta el más ateo se arrodilla ante la imagen, es el tradicional encuentro en el puente de las Garamasas (más conocido entre los vecinos del barrio como el puente de la rambla) entre la Virgen del Carmen y el Crucificado. Es el punto culminante del fervor religioso, de levitación espiritual. Es el momento en el que algunos espinarderos lloran por poder besar la imagen. A continuación, las tallas se trasladan a la iglesia de San Pedro Apóstol, donde se oficia una misa y acaba con el tradicional castillo. Allí permanecerá la imagen hasta que finalicen las fiestas, momento en el que el Cristo vuelve a su hogar, a la Ermita de el Calvario.
Por último, quiero expresar mi malestar porque ningún medio de comunicación de la Región se ha hecho eco de esta importante procesión. No entiendo el por qué, pero para eso está este blog, para que Espinardo tenga más voz y presencia en todos los aspectos que nos conciernen.
Tampoco quiero olvidarme de felicitar a la Junta Municipal de Espinardo, con la alcaldesa Encarnación Guillén a la cabeza, por hacer que cada año las fiestas tengan más importancia, más colorido, más fuerza, más presencia en la vida de nuestro barrio.
De los que tampoco me olvido son de esas personas que hacen que las fiestas sean un éxito sin precedente y me refiero a los vecinos de Espinardo. Un hurra por todos ellos.
¡VIVA LOS ESPINARDEROS Y VIVA EL CRISTO DE LA SALUD!
Escrito por Sergio Hernández